La Sirenita Musical

Una Sirenita estaba triste bajo el mar, pues no encontraba nada que la hiciera cantar.

Sola se sentaba en su sillita de coral, pero la inspiración, no parecía llegar.

—Señor Cangrejo, si usted me enseña una canción bien especial, una que haga que mi voz vuelva a sonar, yo le regalo algunas perlas para que se haga un collar.

—Dígame usted, señorita Sirena, si nunca ha escuchado las olas del mar, que juegan con el viento, con las rocas, con los barcos que en la noche zarpan para ir a pescar.

—Señor Tiburón, si no es mucha molestia, ¿podría enseñarme una canción para cantar, para que el canto traiga música en el mar y yo le doy una burbuja para que pueda jugar?

—Dígame usted, señorita Sirena, si no ha escuchado al viento jugar, con las palmeras y con la arena, o con las alas de las aves cuando vuelan para ir a descansar.

—Señor Caracol, alguien me habló de su casita musical, que ha grabado los sonidos de la mar, que si acerco mis oídos usted me podría mostrar.

—Escuche bien, señorita Sirena, si a sus oídos me puedo acercar, que en mi casa suena el viento, suena el canto de ballenas y las olas que al sonar te harán volver a cantar.